La Costumbre en Derecho: Qué es, Usos, Tipos y Prueba

La costumbre como fuente de derecho

La costumbre es una fuente de derecho de baja jerarquia, es decir, se aplica para suplir vacios de la ley o para yudar con la interpretación de normas existentes. Por ejemplo, el artículo 9 del Código de Comercio de Venezuela establece la función y características de la costumbre:

Las costumbres mercantiles suplen el silencio de la ley, cuando los hechos que la constituyen son uniformes, públicos, generalmente ejecutados en la república o en una determinada localidad y reiterados por un largo espacio de tiempo que apreciaran prudencialmente los jueces.

Características de la costumbre

Las características de la costumbre son las siguientes:

1. 1. Carácter supletorio: La costumbre actúa como una norma que suple el vacío o silencio de la ley. Cuando no existe una disposición específica sobre un caso, la costumbre puede ser utilizada como una norma aplicable.

   2. Formalidad: La costumbre debe cumplir con requisitos y procedimientos establecidos para ser reconocida como parte del ordenamiento jurídico. Esto implica que debe ser aceptada y seguida de manera generalizada por la comunidad o parte de ella.

   3. Basada en el uso y práctica social: La costumbre se origina en el uso y la práctica social repetitiva, uniforme y constante a lo largo del tiempo. Es el comportamiento generalizado de la comunidad lo que la convierte en costumbre, ya que refleja una forma establecida de actuación en determinados contextos.

La prueba de la costumbre

La prueba de la costumbre se basa en la verificación de las prácticas y usos reiterados, repetitivos y uniformes llevados a cabo por las personas en sus actividades cotidianas. En el ámbito de la costumbre mercantil, se refiere a las actividades realizadas por los comerciantes en el ejercicio de sus actividades comerciales.

Para probar la existencia de una costumbre, se deben cumplir ciertos requisitos:

1. Existencia ininterrumpida: Se debe demostrar que la costumbre ha estado presente de manera continua y sin interrupciones durante un período de tiempo suficientemente largo, según la apreciación del juez.

2. Acuerdo entre las partes: La costumbre debe haber surgido como resultado de un acuerdo tácito entre las partes involucradas, sin ningún vicio del consentimiento. Esto implica que las prácticas deben ser seguidas voluntariamente y aceptadas por quienes las aplican.

3. Coherencia con otras costumbres: La costumbre en cuestión debe tener coherencia y concordancia con otras costumbres existentes en el ámbito relevante. Debe estar en consonancia con el contexto y las prácticas comunes en la comunidad.

4. Certidumbre: La costumbre debe ser clara, precisa y comprensible. No puede ser ambigua o sujeta a interpretaciones contradictorias.

5. Aceptación y obligatoriedad: La costumbre debe ser ampliamente aceptada y considerada como obligatoria por aquellos a quienes se aplica. Debe tener importancia significativa en el ámbito en el que se aplica.

Usos de la costumbre

La costumbre tiene tanto un uso normativo como un uso interpretativo en el ámbito del derecho.

El uso normativo de la costumbre se refiere a su capacidad para llenar los vacíos o lagunas existentes en la legislación. Por otro lado, el uso interpretativo de la costumbre implica utilizarla como una herramienta para interpretar y dar sentido a las normas establecidas en la ley. 

 Usos interpretativos de la costumbre o costumbre secumdum legem

• La costumbre de uso interpretativo recibe el nombre de costumbre secumdum legem  (según la ley o acorde con la ley).
• Es la que cumple una función complementaria, contribuyendo a dar sentido, completar y ayudar con interpretación de las normas formales, ayuda a fijar el significado y alcance de ciertos estándares y nociones jurídicas y sociales.
• La costumbre interpretativa no tiene ningún contenido distinto al de la ley, pues la ley resulta del comportamiento natural y repetitivo.
• En el ámbito mercantil la costumbre interpretativa sirve para entender el sentido de algunas frases técnicas del comercio y para interpretar los actos y contratos realizados por los comerciantes que si tienen una regulación expresa.

 Usos normativos de la costumbre o costumbre praeter legem

• La costumbre de uso normativo recibe el nombre de costumbre praeter legem (más allá de la ley)
• La costumbre de uso normativo cumple una función supletoria o subsidiaria, porque se aplica en ausencia de toda norma jurídica que regule un asunto en concreto.
• La costumbre normativa, como su nombre lo indica, tiene un contenido normativo y adopta un carácter formal, porque el comportamiento que la constituye no está previsto ni prohibido por la ley, sino que ella llena los vacíos legales. En el derecho mercantil venezolano se le atribuye a la costumbre un uso supletorio, normativo y formal cuando existen lagunas en la ley.